La violencia de género es el término utilizado para describir todas las acciones del uso de la fuerza y el poder que se ejerce sobre las mujeres con el objetivo de mantener o incrementar su opresión y subordinación por parte de los hombres, como la principal expresión del sistema patriarcal. Contar con acciones específicas de prevención de la violencia, sobre todo el transformar estereotipos y roles de género que amplían las desigualdades entre hombres y mujeres, debe ser parte de las acciones prioritarias en la elaboración de normativas y políticas públicas por parte del Estado y los gobiernos subnacionales.
A pesar que Bolivia cuenta con una ley específica para la prevención, atención y sanción de hechos de violencia contra las mujeres (Ley 348), la misma que reconoce 16 tipos de violencia de género, el endurecimiento de las sanciones no ha disminuido los altos índices de violencia contra las mujeres, debido a varios factores relacionados con la aplicación de la norma.