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En marcha, una campaña que pone el foco en el machismo del sistema político



La Coordinadora de la Mujer, Oxfam y el Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) lanzaron este 3 de noviembre la campaña “Cuelga los cachos de macho. Paridad sin peros”, con el objetivo de develar las prácticas machistas y patriarcales existentes en la cultura política boliviana, y promover cambios de actitud en los hombres, particularmente en los militantes y dirigentes de las organizaciones políticas. Esta iniciativa es impulsada en el marco del proyecto “Fortalecimiento de la democracia paritaria en los partidos políticos en Bolivia", implementado por las citadas organizaciones, con el financiamiento de la Unión Europea. 

“Colgar los cachos de macho en la política significa renunciar a ser machista y reconocer a las mujeres como sujetas de derechos políticos; es reconocer que el poder político no es un atributo masculino, sino que es un espacio al que hombres y mujeres pueden acceder -y ejercerlo-, en igualdad de condiciones”, sostiene Lucía Vargas, responsable de Incidencia Política de la Coordinadora de la Mujer. 
La campaña pone el foco en las organizaciones políticas, históricamente consideradas como espacios de dominio masculino. Ahora, las mismas enfrentan el desafío de su democratización interna, pues, según la Ley 1096 (Ley de Organizaciones Políticas), los partidos y agrupaciones ciudadanas deberán incluir en su estatuto un régimen de despatriarcalización que garantice la participación de las mujeres en la conformación de la estructura orgánica, dirigencias y definición de candidaturas, así como el ejercicio igualitario de sus derechos políticos. Asimismo, deberán contar con mecanismos para atender y sancionar el acoso y la violencia política contra las mujeres. El plazo para realizar dicha adecuación vence el próximo 31 de diciembre. 
En la actualidad, las mujeres representan cerca del 51% de los miembros elegidos en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), y la representación en los gobiernos subnacionales es muy cercana a la paridad, sin embargo, la participación efectiva de las mujeres se ve obstaculizada por la permanencia en las organizaciones políticas —como en otros ámbitos de la sociedad— de prácticas discriminatorias y de exclusión. “El marco normativo favorable a los derechos de las mujeres y los logros de la representación paritaria produjeron, en efecto, el quiebre del monopolio masculino en el poder público, sin embargo, no han sido suficientes”, advierte Vargas. 
En ese marco, el papel de las organizaciones políticas en la construcción de la democracia intercultural y paritaria las sitúa con una alta responsabilidad en la sostenibilidad y la cualificación de la democracia boliviana. En esa línea se entiende la necesidad de su democratización interna. 
Según datos del Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer recogidos en 2016 de siete organizaciones políticas(FPV, Demócratas, FRI, MAS-IPSP, PDC, UCS y UN), la presencia de mujeres representaba el 44% en sus militancias. Sin embargo, ninguna tenía a una mujer en su máxima dirigencia nacional y solo el 33% de sus instancias ejecutivas estaban ocupadas por mujeres. 
En cuanto a la estructura orgánica, si bien todas las organizaciones políticas estudiadas contaban con una instancia de género, esta debería atender, por lo general, cuestiones relacionadas con mujeres, personas con discapacidad, juventudes y otros asuntos considerados de “reproducción” del sistema, lo cual perpetúa los roles tradicionalmente asignados a las mujeres. 
La experiencia ha demostrado que las organizaciones políticas han sido —y lo siguen siendo—los espacios menos abiertos a la inclusión de mujeres en espacios de decisión. Sus estructuras y dinámicas de funcionamiento reproducen valores y patrones de comportamiento machistas, que tienden a normalizar la violencia y el acoso político. 
Solo en lo que va del año, el Tribunal Supremo Electoral registró 30 denuncias y renuncias de mujeres autoridades electas por acoso y violencia política. A menudo, estas acciones provienen de los miembros de la misma organización política de la denunciante o renunciante. 
En ese marco, la campaña “Cuelga los cachos de macho, paridad sin peros” busca develar las actitudes machistas que siguen existiendo en el ámbito político; así también pretende sumar voces de hombres políticos, tanto autoridades como militantes, para asumir un compromiso real con la paridad y terminar con el acoso y la violencia política hacia las mujeres. 
Esta campaña girará en torno a cinco ejes temáticos: los avances y desafíos de la participación política de las mujeres, el acoso y violencia política, la democratización interna de las organizaciones políticas, cómo desmontar el patriarcado del sistema político boliviano y la innovación política y las masculinidades. Todos los productos comunicacionales que se difundirán por medios de comunicación social y redes sociales apuntan a dichos ejes. 
Desde 2018, la Coordinadora de la Mujer, Oxfam y el CESU de la UMSS impulsan diferentes iniciativas que buscan fortalecer la democracia paritaria, intercultural y pluralista en Bolivia, entendiendo que la democracia paritaria no se limita al ámbito político electoral, sino a todos los ámbitos de la vida cotidiana. La participación de las mujeres debe estar acompañada de cambios estructurales en todos los ámbitos de la sociedad para lograr la igualdad sustantiva. 
En este contexto, para las organizaciones impulsoras de esta campaña, el verdadero reto se centra en transitar de la paridad democrática a la democracia paritaria, es decir, que las mujeres no solo tengan las mismas oportunidades que los hombres de acceder al poder, sino que tengan las mismas condiciones para ejercerlo. /

3 de Noviembre del 2021

País:    Bolivia

En marcha, una campaña que pone el foco en el machismo del sistema político



La Coordinadora de la Mujer, Oxfam y el Centro de Estudios Superiores Universitarios (CESU) de la Universidad Mayor de San Simón (UMSS) lanzaron este 3 de noviembre la campaña “Cuelga los cachos de macho. Paridad sin peros”, con el objetivo de develar las prácticas machistas y patriarcales existentes en la cultura política boliviana, y promover cambios de actitud en los hombres, particularmente en los militantes y dirigentes de las organizaciones políticas. Esta iniciativa es impulsada en el marco del proyecto “Fortalecimiento de la democracia paritaria en los partidos políticos en Bolivia", implementado por las citadas organizaciones, con el financiamiento de la Unión Europea. 

“Colgar los cachos de macho en la política significa renunciar a ser machista y reconocer a las mujeres como sujetas de derechos políticos; es reconocer que el poder político no es un atributo masculino, sino que es un espacio al que hombres y mujeres pueden acceder -y ejercerlo-, en igualdad de condiciones”, sostiene Lucía Vargas, responsable de Incidencia Política de la Coordinadora de la Mujer. 
La campaña pone el foco en las organizaciones políticas, históricamente consideradas como espacios de dominio masculino. Ahora, las mismas enfrentan el desafío de su democratización interna, pues, según la Ley 1096 (Ley de Organizaciones Políticas), los partidos y agrupaciones ciudadanas deberán incluir en su estatuto un régimen de despatriarcalización que garantice la participación de las mujeres en la conformación de la estructura orgánica, dirigencias y definición de candidaturas, así como el ejercicio igualitario de sus derechos políticos. Asimismo, deberán contar con mecanismos para atender y sancionar el acoso y la violencia política contra las mujeres. El plazo para realizar dicha adecuación vence el próximo 31 de diciembre. 
En la actualidad, las mujeres representan cerca del 51% de los miembros elegidos en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), y la representación en los gobiernos subnacionales es muy cercana a la paridad, sin embargo, la participación efectiva de las mujeres se ve obstaculizada por la permanencia en las organizaciones políticas —como en otros ámbitos de la sociedad— de prácticas discriminatorias y de exclusión. “El marco normativo favorable a los derechos de las mujeres y los logros de la representación paritaria produjeron, en efecto, el quiebre del monopolio masculino en el poder público, sin embargo, no han sido suficientes”, advierte Vargas. 
En ese marco, el papel de las organizaciones políticas en la construcción de la democracia intercultural y paritaria las sitúa con una alta responsabilidad en la sostenibilidad y la cualificación de la democracia boliviana. En esa línea se entiende la necesidad de su democratización interna. 
Según datos del Observatorio de Género de la Coordinadora de la Mujer recogidos en 2016 de siete organizaciones políticas(FPV, Demócratas, FRI, MAS-IPSP, PDC, UCS y UN), la presencia de mujeres representaba el 44% en sus militancias. Sin embargo, ninguna tenía a una mujer en su máxima dirigencia nacional y solo el 33% de sus instancias ejecutivas estaban ocupadas por mujeres. 
En cuanto a la estructura orgánica, si bien todas las organizaciones políticas estudiadas contaban con una instancia de género, esta debería atender, por lo general, cuestiones relacionadas con mujeres, personas con discapacidad, juventudes y otros asuntos considerados de “reproducción” del sistema, lo cual perpetúa los roles tradicionalmente asignados a las mujeres. 
La experiencia ha demostrado que las organizaciones políticas han sido —y lo siguen siendo—los espacios menos abiertos a la inclusión de mujeres en espacios de decisión. Sus estructuras y dinámicas de funcionamiento reproducen valores y patrones de comportamiento machistas, que tienden a normalizar la violencia y el acoso político. 
Solo en lo que va del año, el Tribunal Supremo Electoral registró 30 denuncias y renuncias de mujeres autoridades electas por acoso y violencia política. A menudo, estas acciones provienen de los miembros de la misma organización política de la denunciante o renunciante. 
En ese marco, la campaña “Cuelga los cachos de macho, paridad sin peros” busca develar las actitudes machistas que siguen existiendo en el ámbito político; así también pretende sumar voces de hombres políticos, tanto autoridades como militantes, para asumir un compromiso real con la paridad y terminar con el acoso y la violencia política hacia las mujeres. 
Esta campaña girará en torno a cinco ejes temáticos: los avances y desafíos de la participación política de las mujeres, el acoso y violencia política, la democratización interna de las organizaciones políticas, cómo desmontar el patriarcado del sistema político boliviano y la innovación política y las masculinidades. Todos los productos comunicacionales que se difundirán por medios de comunicación social y redes sociales apuntan a dichos ejes. 
Desde 2018, la Coordinadora de la Mujer, Oxfam y el CESU de la UMSS impulsan diferentes iniciativas que buscan fortalecer la democracia paritaria, intercultural y pluralista en Bolivia, entendiendo que la democracia paritaria no se limita al ámbito político electoral, sino a todos los ámbitos de la vida cotidiana. La participación de las mujeres debe estar acompañada de cambios estructurales en todos los ámbitos de la sociedad para lograr la igualdad sustantiva. 
En este contexto, para las organizaciones impulsoras de esta campaña, el verdadero reto se centra en transitar de la paridad democrática a la democracia paritaria, es decir, que las mujeres no solo tengan las mismas oportunidades que los hombres de acceder al poder, sino que tengan las mismas condiciones para ejercerlo. /

3 de Noviembre del 2021

País:    Bolivia