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PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO
60 feminicidios se registraron en Bolivia hasta el 13 de junio de 2019, cada uno con mayor saña y crueldad. Los casos denunciados de violencia contra las mujeres se incrementan visiblemente cada año; según los datos de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV), en la gestión 2016 se registraron 36.887 casos, el 2017, 38.075, la gestión 2018 terminó con aproximadamente de 38.000 denuncias.
Bolivia cuenta con una amplia normativa que protege y garantiza a las mujeres el derecho a vivir libres de violencia, que debe precautelar su integridad física, psicológica y sexual. Sin embargo, este avance normativo no logra avanzar eficientemente en su implementación.
En el contexto actual, dos aspectos son centrales: la prevención, que pasa por llevar de manera estratégica, integral y sostenida una serie de acciones para avanzar en la transformación cultural de una sociedad machista que no sólo acepta como natural la violencia, sino que sanciona socialmente a las víctimas en lugar de los agresores. En esto, es fundamental el rol de los medios de comunicación y el sistema educativo.
El segundo factor tiene que ver con la permanente promoción de la conciliaciónen el sistema de atención a las víctimas de violencia. Las mujeres que mueren por feminicidio, en general, ya han tratado de denunciar las agresiones vividas en una o más ocasiones, encontrando en vez de apoyo del sistema una falta de comprensión normativa que las deja en la indefensión y las lleva a conciliar o desistir de sus causas.
En consecuencia, las mujeres que viven violencia no acceden a medidas de protección (otorgadas por el Ministerio Público o los juzgados) para garantizar su integridad.
A ello se suman la insuficiente asignación de presupuestos para trabajar de manera sostenida y en todos los rincones del país contra la violencia, así como para el efectivo funcionamiento de las instituciones de atención a las víctimas; además del escaso número de juzgados y fiscalías especializadas en violencia. La falta de apoyo legal, las insuficientes medidas de protección y las pocas casas de acogida y refugios temporales existentes para resguardar la integridad de las mujeres y sus familias, junto a la persistente impunidad que se expresa en el reducido número de casos con sentencia, son algunos de los síntomas de un sistema que requiere firmes acciones que muestren una voluntad política clara y eficiente para enfrentar la violencia contra las mujeres.
Por todo ello, las representantes de organizaciones nacionales sociales mixtas y de mujeres articuladas e instituciones afiliadas a la Coordinadora de la Mujer de todo el país expresamos nuestro repudio a toda forma de violencia contra las mujeres y exigimos:
Es tiempo de sumar nuestras voces, como mujeres y hombres, para demandar y también aportar a que de una vez se implementen acciones eficientes y urgentes en el país. Cada una de las mujeres que ha muerto por la violencia machista merece justicia, cada una de las niñas, adolescentes y mujeres de nuestro país merece vivir sin violencia.
¡Entremos en Acción!
Bolivia, 24 de junio de 2019
Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB)
Casa de la Mujer
Centro de Apoyo a la Mujer y a la Niñez (CAMN)
Centro de Capacitación e Investigación de la Mujer Campesina de Tarija (CCIMCAT)
Centro de Capacitación Integral de la Mujer Campesina (CCIMCA)
Centro Juana Azurduy
Centro de Investigación y Apoyo Campesino (CIAC Potosí)
Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA Norte Amazónico)
Centro Victoria
Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB)
Coordinadora de Integración de Organizaciones Económicas Campesinas (CIOEC)
Coordinadora de la Mujer
Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con Vih/sida - ICW Bolivia
Equipo de Comunicación Alternativa con Mujeres (ECAM)
Instituto de Formación Femenina Integral (IFFI)
Mujeres en Acción
Organización de Mujeres “Juana Azurduy de Padilla”
Red Nacional Mujeres y Minería
País:
PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO
60 feminicidios se registraron en Bolivia hasta el 13 de junio de 2019, cada uno con mayor saña y crueldad. Los casos denunciados de violencia contra las mujeres se incrementan visiblemente cada año; según los datos de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV), en la gestión 2016 se registraron 36.887 casos, el 2017, 38.075, la gestión 2018 terminó con aproximadamente de 38.000 denuncias.
Bolivia cuenta con una amplia normativa que protege y garantiza a las mujeres el derecho a vivir libres de violencia, que debe precautelar su integridad física, psicológica y sexual. Sin embargo, este avance normativo no logra avanzar eficientemente en su implementación.
En el contexto actual, dos aspectos son centrales: la prevención, que pasa por llevar de manera estratégica, integral y sostenida una serie de acciones para avanzar en la transformación cultural de una sociedad machista que no sólo acepta como natural la violencia, sino que sanciona socialmente a las víctimas en lugar de los agresores. En esto, es fundamental el rol de los medios de comunicación y el sistema educativo.
El segundo factor tiene que ver con la permanente promoción de la conciliaciónen el sistema de atención a las víctimas de violencia. Las mujeres que mueren por feminicidio, en general, ya han tratado de denunciar las agresiones vividas en una o más ocasiones, encontrando en vez de apoyo del sistema una falta de comprensión normativa que las deja en la indefensión y las lleva a conciliar o desistir de sus causas.
En consecuencia, las mujeres que viven violencia no acceden a medidas de protección (otorgadas por el Ministerio Público o los juzgados) para garantizar su integridad.
A ello se suman la insuficiente asignación de presupuestos para trabajar de manera sostenida y en todos los rincones del país contra la violencia, así como para el efectivo funcionamiento de las instituciones de atención a las víctimas; además del escaso número de juzgados y fiscalías especializadas en violencia. La falta de apoyo legal, las insuficientes medidas de protección y las pocas casas de acogida y refugios temporales existentes para resguardar la integridad de las mujeres y sus familias, junto a la persistente impunidad que se expresa en el reducido número de casos con sentencia, son algunos de los síntomas de un sistema que requiere firmes acciones que muestren una voluntad política clara y eficiente para enfrentar la violencia contra las mujeres.
Por todo ello, las representantes de organizaciones nacionales sociales mixtas y de mujeres articuladas e instituciones afiliadas a la Coordinadora de la Mujer de todo el país expresamos nuestro repudio a toda forma de violencia contra las mujeres y exigimos:
Es tiempo de sumar nuestras voces, como mujeres y hombres, para demandar y también aportar a que de una vez se implementen acciones eficientes y urgentes en el país. Cada una de las mujeres que ha muerto por la violencia machista merece justicia, cada una de las niñas, adolescentes y mujeres de nuestro país merece vivir sin violencia.
¡Entremos en Acción!
Bolivia, 24 de junio de 2019
Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB)
Casa de la Mujer
Centro de Apoyo a la Mujer y a la Niñez (CAMN)
Centro de Capacitación e Investigación de la Mujer Campesina de Tarija (CCIMCAT)
Centro de Capacitación Integral de la Mujer Campesina (CCIMCA)
Centro Juana Azurduy
Centro de Investigación y Apoyo Campesino (CIAC Potosí)
Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA Norte Amazónico)
Centro Victoria
Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB)
Coordinadora de Integración de Organizaciones Económicas Campesinas (CIOEC)
Coordinadora de la Mujer
Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con Vih/sida - ICW Bolivia
Equipo de Comunicación Alternativa con Mujeres (ECAM)
Instituto de Formación Femenina Integral (IFFI)
Mujeres en Acción
Organización de Mujeres “Juana Azurduy de Padilla”
Red Nacional Mujeres y Minería
País:
PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO
60 feminicidios se registraron en Bolivia hasta el 13 de junio de 2019, cada uno con mayor saña y crueldad. Los casos denunciados de violencia contra las mujeres se incrementan visiblemente cada año; según los datos de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV), en la gestión 2016 se registraron 36.887 casos, el 2017, 38.075, la gestión 2018 terminó con aproximadamente de 38.000 denuncias.
Bolivia cuenta con una amplia normativa que protege y garantiza a las mujeres el derecho a vivir libres de violencia, que debe precautelar su integridad física, psicológica y sexual. Sin embargo, este avance normativo no logra avanzar eficientemente en su implementación.
En el contexto actual, dos aspectos son centrales: la prevención, que pasa por llevar de manera estratégica, integral y sostenida una serie de acciones para avanzar en la transformación cultural de una sociedad machista que no sólo acepta como natural la violencia, sino que sanciona socialmente a las víctimas en lugar de los agresores. En esto, es fundamental el rol de los medios de comunicación y el sistema educativo.
El segundo factor tiene que ver con la permanente promoción de la conciliaciónen el sistema de atención a las víctimas de violencia. Las mujeres que mueren por feminicidio, en general, ya han tratado de denunciar las agresiones vividas en una o más ocasiones, encontrando en vez de apoyo del sistema una falta de comprensión normativa que las deja en la indefensión y las lleva a conciliar o desistir de sus causas.
En consecuencia, las mujeres que viven violencia no acceden a medidas de protección (otorgadas por el Ministerio Público o los juzgados) para garantizar su integridad.
A ello se suman la insuficiente asignación de presupuestos para trabajar de manera sostenida y en todos los rincones del país contra la violencia, así como para el efectivo funcionamiento de las instituciones de atención a las víctimas; además del escaso número de juzgados y fiscalías especializadas en violencia. La falta de apoyo legal, las insuficientes medidas de protección y las pocas casas de acogida y refugios temporales existentes para resguardar la integridad de las mujeres y sus familias, junto a la persistente impunidad que se expresa en el reducido número de casos con sentencia, son algunos de los síntomas de un sistema que requiere firmes acciones que muestren una voluntad política clara y eficiente para enfrentar la violencia contra las mujeres.
Por todo ello, las representantes de organizaciones nacionales sociales mixtas y de mujeres articuladas e instituciones afiliadas a la Coordinadora de la Mujer de todo el país expresamos nuestro repudio a toda forma de violencia contra las mujeres y exigimos:
Es tiempo de sumar nuestras voces, como mujeres y hombres, para demandar y también aportar a que de una vez se implementen acciones eficientes y urgentes en el país. Cada una de las mujeres que ha muerto por la violencia machista merece justicia, cada una de las niñas, adolescentes y mujeres de nuestro país merece vivir sin violencia.
¡Entremos en Acción!
Bolivia, 24 de junio de 2019
Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB)
Casa de la Mujer
Centro de Apoyo a la Mujer y a la Niñez (CAMN)
Centro de Capacitación e Investigación de la Mujer Campesina de Tarija (CCIMCAT)
Centro de Capacitación Integral de la Mujer Campesina (CCIMCA)
Centro Juana Azurduy
Centro de Investigación y Apoyo Campesino (CIAC Potosí)
Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA Norte Amazónico)
Centro Victoria
Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB)
Coordinadora de Integración de Organizaciones Económicas Campesinas (CIOEC)
Coordinadora de la Mujer
Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con Vih/sida - ICW Bolivia
Equipo de Comunicación Alternativa con Mujeres (ECAM)
Instituto de Formación Femenina Integral (IFFI)
Mujeres en Acción
Organización de Mujeres “Juana Azurduy de Padilla”
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País:
PRONUNCIAMIENTO PÚBLICO
60 feminicidios se registraron en Bolivia hasta el 13 de junio de 2019, cada uno con mayor saña y crueldad. Los casos denunciados de violencia contra las mujeres se incrementan visiblemente cada año; según los datos de la Fuerza Especial de Lucha contra la Violencia (FELCV), en la gestión 2016 se registraron 36.887 casos, el 2017, 38.075, la gestión 2018 terminó con aproximadamente de 38.000 denuncias.
Bolivia cuenta con una amplia normativa que protege y garantiza a las mujeres el derecho a vivir libres de violencia, que debe precautelar su integridad física, psicológica y sexual. Sin embargo, este avance normativo no logra avanzar eficientemente en su implementación.
En el contexto actual, dos aspectos son centrales: la prevención, que pasa por llevar de manera estratégica, integral y sostenida una serie de acciones para avanzar en la transformación cultural de una sociedad machista que no sólo acepta como natural la violencia, sino que sanciona socialmente a las víctimas en lugar de los agresores. En esto, es fundamental el rol de los medios de comunicación y el sistema educativo.
El segundo factor tiene que ver con la permanente promoción de la conciliaciónen el sistema de atención a las víctimas de violencia. Las mujeres que mueren por feminicidio, en general, ya han tratado de denunciar las agresiones vividas en una o más ocasiones, encontrando en vez de apoyo del sistema una falta de comprensión normativa que las deja en la indefensión y las lleva a conciliar o desistir de sus causas.
En consecuencia, las mujeres que viven violencia no acceden a medidas de protección (otorgadas por el Ministerio Público o los juzgados) para garantizar su integridad.
A ello se suman la insuficiente asignación de presupuestos para trabajar de manera sostenida y en todos los rincones del país contra la violencia, así como para el efectivo funcionamiento de las instituciones de atención a las víctimas; además del escaso número de juzgados y fiscalías especializadas en violencia. La falta de apoyo legal, las insuficientes medidas de protección y las pocas casas de acogida y refugios temporales existentes para resguardar la integridad de las mujeres y sus familias, junto a la persistente impunidad que se expresa en el reducido número de casos con sentencia, son algunos de los síntomas de un sistema que requiere firmes acciones que muestren una voluntad política clara y eficiente para enfrentar la violencia contra las mujeres.
Por todo ello, las representantes de organizaciones nacionales sociales mixtas y de mujeres articuladas e instituciones afiliadas a la Coordinadora de la Mujer de todo el país expresamos nuestro repudio a toda forma de violencia contra las mujeres y exigimos:
Es tiempo de sumar nuestras voces, como mujeres y hombres, para demandar y también aportar a que de una vez se implementen acciones eficientes y urgentes en el país. Cada una de las mujeres que ha muerto por la violencia machista merece justicia, cada una de las niñas, adolescentes y mujeres de nuestro país merece vivir sin violencia.
¡Entremos en Acción!
Bolivia, 24 de junio de 2019
Asociación de Organizaciones de Productores Ecológicos de Bolivia (AOPEB)
Casa de la Mujer
Centro de Apoyo a la Mujer y a la Niñez (CAMN)
Centro de Capacitación e Investigación de la Mujer Campesina de Tarija (CCIMCAT)
Centro de Capacitación Integral de la Mujer Campesina (CCIMCA)
Centro Juana Azurduy
Centro de Investigación y Apoyo Campesino (CIAC Potosí)
Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (CIPCA Norte Amazónico)
Centro Victoria
Confederación Nacional de Mujeres Indígenas de Bolivia (CNAMIB)
Coordinadora de Integración de Organizaciones Económicas Campesinas (CIOEC)
Coordinadora de la Mujer
Comunidad Internacional de Mujeres Viviendo con Vih/sida - ICW Bolivia
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Instituto de Formación Femenina Integral (IFFI)
Mujeres en Acción
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