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Como comunidad de Organizaciones de la Sociedad Civil de todo el mundo, la Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo (AOED) trabaja por la defensa de los derechos humanos y la protección de la vida tal y como lo consagra el derecho internacional. Es inherente al mandato de la AOED el compromiso con la paz lograda a través de la justicia social, tal y como establecen los Principios de Estambul; esencial en nuestra búsqueda de la eficacia del desarrollo es por tanto un entorno propicio que prime el respeto de los derechos humanos1. Esto es especialmente cierto en el contexto de la agenda post-2015, la cual promueve la paz y la seguridad y la resolución de conflictos como precondiciones para el desarrollo.
Lo que está ocurriendo en Gaza está en contra de los principios que la AOED representa. Desde que comenzaron los ataques de Israel sobre Gaza a principios de Junio bajo la operación militar “Margen Protector, los intensos bombardeos aéreos y las continuas incursiones terrestres por parte de las fuerzas militares de Israel han dejado cerca de dos mil palestinos muertos y miles de heridos. Muchos de ellos han sido mujeres y niños2. Las infraestructuras públicas y servicios sociales básicos han sido diezmados por los bombardeos indiscriminados afectando a escuelas, mezquitas, instalaciones médicas e incluso campos de refugiados, incluyendo 7 escuelas de la UNRWA y el complejo de Al Shifa, el mayor hospital de Gaza3. El conflicto ha desplazado a cerca de medio millón de palestinos, equivalente a un cuarto de la población de Gaza, y a día de hoy cerca de 1.5 millones de personas se encuentran en extrema necesidad de electricidad, alimentos, medicinas y agua potable.
La situación sobre el terreno se ha convertido en una tragedia humanitaria –y no por primera vez. Las fuerzas de Israel llevaron a cabo operaciones militares similares en 2008 y 2012.
El mes pasado una resolución del Consejo de Derechos Humanos de NNUU4 decidió iniciar una investigación independiente sobre supuestas violaciones del derecho internacional humanitario y los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO), incluyendo Jerusalén Este. La resolución hace también un llamamiento a ambas partes a acordar un alto el fuego inmediato, a que Israel levante el bloqueo sobre Gaza y a que la comunidad internacional proporcione urgentemente la necesaria asistencia humanitaria y los servicios para el pueblo Palestino de la Franja de Gaza.
Denunciamos los últimos ataques de Israel sobre Gaza, que suponen flagrantes actos de violencia contra los civiles palestinos, que son las principales víctimas de los indiscriminados asaltos militares de Israel.
Igualmente, creemos que es necesario entender el actual conflicto bajo su adecuado contexto histórico y político, pues esta no es una guerra entre iguales.
Creemos que únicamente el cese inmediato de los ataques de Israel, la retirada de sus tropas de los TPO y el retorno a negociaciones significativas para una paz duradera entre Israel y Palestina pueden abordar las causas profundas de un conflicto que se arrastra desde hace más de 60 años.
Es también crucial que los observadores de derechos humanos dispongan de un acceso seguro a la Franja de Gaza como paso para asegurar la rendición de cuentas y el proceso por la violación del derecho internacional humanitario y los derechos humanos.
Enfatizamos la necesidad de poner fin al bloqueo de Gaza que, desde el principio, ha impedido el acceso de asistencia básica para los civiles durante el conflicto, ha asfixiado el desarrollo económico en los TPO y ha marginado sistemáticamente a todo un pueblo –factores que han llevado a la reciente escalada de tensiones. Este conflicto tiene sus raíces en la inexcusable desposesión de las tierras y recursos del pueblo Palestino, que ha sufrido por décadas la ocupación israelí y la denegación de su derecho a la autodeterminación.
Si se pretende que cualquier acuerdo de paz tenga éxito, la ocupación debe terminar, como debe terminar la cultura de impunidad que ha estimulado un ciclo de violencia, el odio mutuo y la discriminación en ambas partes de la frontera Israel ‐ Palestina.
Como actor independiente del desarrollo que trabaja por un mundo en el que se logre el respeto por los derechos humanos, la sociedad civil puede tener un impacto decisivo en la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz viable en Palestina, el cual debe incluir medidas para asegurar la rendición de cuentas por todos los posibles crímenes de guerra que se hayan cometido en el contexto de este conflicto y por las flagrantes violaciones del derecho internacional humanitario.
La crisis en Palestina llama a todos los actores a abordar los motivos reales de conflicto y sus impactos en el desarrollo, y a promover un entorno a través del cual la paz y la seguridad estén aseguradas, y el conflicto violento sea evitado.
Mientras tanto, deben asegurarse medios adecuados de reparación y rehabilitación para todas las víctimas de este conflicto. Tal y como se ha visto en anteriores estallidos de violencia en 2009 y 2012, son los civiles - niños y mujeres sobre todo ‐ quienes sufren la peor parte en estas hostilidades. Urgimos a todos los actores del desarrollo a actuar para asegurar que la justicia y la asistencia al desarrollo a largo plazo llegan a todas las víctimas.
Tanto israelíes como palestinos merecen una vida libre de guerra y conflicto. Urgimos a la comunidad internacional a que ponga fin al derramamiento de sangre y allane el camino para un acuerdo de paz auténtico, justo y duradero que sea consistente con los principios de justicia social, los derechos humanos, el derecho internacional – y sobre todo, el derecho de autodeterminación del pueblo Palestino.
1
En Junio del año pasado una coalición de OSC palestinas (PNGO) en Gaza a cogió el encuentro regional preparatorio sobre Eficacia de las OSC; 17 representantes de OSC de la región participaron para expresar su solidaridad con sus colegas asediados en Gaza y para subrayar los impactos negativos que los conflictos, la ocupación extranjera y la negación del derecho de autodeterminación tienen en el desarrollo.
2
UNOCHA OPT
3
United Nations Relief and Works Agency http://www.theguardian.com/world/2014/aug/03/israel-air‐strike-un-school-gaza-‐rafah
4
Consultar http://www.un.org/apps/news/story.asp?NewsID=48330#.U9ZVeFa8CTU
País:
DescargarComo comunidad de Organizaciones de la Sociedad Civil de todo el mundo, la Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo (AOED) trabaja por la defensa de los derechos humanos y la protección de la vida tal y como lo consagra el derecho internacional. Es inherente al mandato de la AOED el compromiso con la paz lograda a través de la justicia social, tal y como establecen los Principios de Estambul; esencial en nuestra búsqueda de la eficacia del desarrollo es por tanto un entorno propicio que prime el respeto de los derechos humanos1. Esto es especialmente cierto en el contexto de la agenda post-2015, la cual promueve la paz y la seguridad y la resolución de conflictos como precondiciones para el desarrollo.
Lo que está ocurriendo en Gaza está en contra de los principios que la AOED representa. Desde que comenzaron los ataques de Israel sobre Gaza a principios de Junio bajo la operación militar “Margen Protector, los intensos bombardeos aéreos y las continuas incursiones terrestres por parte de las fuerzas militares de Israel han dejado cerca de dos mil palestinos muertos y miles de heridos. Muchos de ellos han sido mujeres y niños2. Las infraestructuras públicas y servicios sociales básicos han sido diezmados por los bombardeos indiscriminados afectando a escuelas, mezquitas, instalaciones médicas e incluso campos de refugiados, incluyendo 7 escuelas de la UNRWA y el complejo de Al Shifa, el mayor hospital de Gaza3. El conflicto ha desplazado a cerca de medio millón de palestinos, equivalente a un cuarto de la población de Gaza, y a día de hoy cerca de 1.5 millones de personas se encuentran en extrema necesidad de electricidad, alimentos, medicinas y agua potable.
La situación sobre el terreno se ha convertido en una tragedia humanitaria –y no por primera vez. Las fuerzas de Israel llevaron a cabo operaciones militares similares en 2008 y 2012.
El mes pasado una resolución del Consejo de Derechos Humanos de NNUU4 decidió iniciar una investigación independiente sobre supuestas violaciones del derecho internacional humanitario y los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO), incluyendo Jerusalén Este. La resolución hace también un llamamiento a ambas partes a acordar un alto el fuego inmediato, a que Israel levante el bloqueo sobre Gaza y a que la comunidad internacional proporcione urgentemente la necesaria asistencia humanitaria y los servicios para el pueblo Palestino de la Franja de Gaza.
Denunciamos los últimos ataques de Israel sobre Gaza, que suponen flagrantes actos de violencia contra los civiles palestinos, que son las principales víctimas de los indiscriminados asaltos militares de Israel.
Igualmente, creemos que es necesario entender el actual conflicto bajo su adecuado contexto histórico y político, pues esta no es una guerra entre iguales.
Creemos que únicamente el cese inmediato de los ataques de Israel, la retirada de sus tropas de los TPO y el retorno a negociaciones significativas para una paz duradera entre Israel y Palestina pueden abordar las causas profundas de un conflicto que se arrastra desde hace más de 60 años.
Es también crucial que los observadores de derechos humanos dispongan de un acceso seguro a la Franja de Gaza como paso para asegurar la rendición de cuentas y el proceso por la violación del derecho internacional humanitario y los derechos humanos.
Enfatizamos la necesidad de poner fin al bloqueo de Gaza que, desde el principio, ha impedido el acceso de asistencia básica para los civiles durante el conflicto, ha asfixiado el desarrollo económico en los TPO y ha marginado sistemáticamente a todo un pueblo –factores que han llevado a la reciente escalada de tensiones. Este conflicto tiene sus raíces en la inexcusable desposesión de las tierras y recursos del pueblo Palestino, que ha sufrido por décadas la ocupación israelí y la denegación de su derecho a la autodeterminación.
Si se pretende que cualquier acuerdo de paz tenga éxito, la ocupación debe terminar, como debe terminar la cultura de impunidad que ha estimulado un ciclo de violencia, el odio mutuo y la discriminación en ambas partes de la frontera Israel ‐ Palestina.
Como actor independiente del desarrollo que trabaja por un mundo en el que se logre el respeto por los derechos humanos, la sociedad civil puede tener un impacto decisivo en la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz viable en Palestina, el cual debe incluir medidas para asegurar la rendición de cuentas por todos los posibles crímenes de guerra que se hayan cometido en el contexto de este conflicto y por las flagrantes violaciones del derecho internacional humanitario.
La crisis en Palestina llama a todos los actores a abordar los motivos reales de conflicto y sus impactos en el desarrollo, y a promover un entorno a través del cual la paz y la seguridad estén aseguradas, y el conflicto violento sea evitado.
Mientras tanto, deben asegurarse medios adecuados de reparación y rehabilitación para todas las víctimas de este conflicto. Tal y como se ha visto en anteriores estallidos de violencia en 2009 y 2012, son los civiles - niños y mujeres sobre todo ‐ quienes sufren la peor parte en estas hostilidades. Urgimos a todos los actores del desarrollo a actuar para asegurar que la justicia y la asistencia al desarrollo a largo plazo llegan a todas las víctimas.
Tanto israelíes como palestinos merecen una vida libre de guerra y conflicto. Urgimos a la comunidad internacional a que ponga fin al derramamiento de sangre y allane el camino para un acuerdo de paz auténtico, justo y duradero que sea consistente con los principios de justicia social, los derechos humanos, el derecho internacional – y sobre todo, el derecho de autodeterminación del pueblo Palestino.
1
En Junio del año pasado una coalición de OSC palestinas (PNGO) en Gaza a cogió el encuentro regional preparatorio sobre Eficacia de las OSC; 17 representantes de OSC de la región participaron para expresar su solidaridad con sus colegas asediados en Gaza y para subrayar los impactos negativos que los conflictos, la ocupación extranjera y la negación del derecho de autodeterminación tienen en el desarrollo.
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UNOCHA OPT
3
United Nations Relief and Works Agency http://www.theguardian.com/world/2014/aug/03/israel-air‐strike-un-school-gaza-‐rafah
4
Consultar http://www.un.org/apps/news/story.asp?NewsID=48330#.U9ZVeFa8CTU
País:
DescargarComo comunidad de Organizaciones de la Sociedad Civil de todo el mundo, la Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo (AOED) trabaja por la defensa de los derechos humanos y la protección de la vida tal y como lo consagra el derecho internacional. Es inherente al mandato de la AOED el compromiso con la paz lograda a través de la justicia social, tal y como establecen los Principios de Estambul; esencial en nuestra búsqueda de la eficacia del desarrollo es por tanto un entorno propicio que prime el respeto de los derechos humanos1. Esto es especialmente cierto en el contexto de la agenda post-2015, la cual promueve la paz y la seguridad y la resolución de conflictos como precondiciones para el desarrollo.
Lo que está ocurriendo en Gaza está en contra de los principios que la AOED representa. Desde que comenzaron los ataques de Israel sobre Gaza a principios de Junio bajo la operación militar “Margen Protector, los intensos bombardeos aéreos y las continuas incursiones terrestres por parte de las fuerzas militares de Israel han dejado cerca de dos mil palestinos muertos y miles de heridos. Muchos de ellos han sido mujeres y niños2. Las infraestructuras públicas y servicios sociales básicos han sido diezmados por los bombardeos indiscriminados afectando a escuelas, mezquitas, instalaciones médicas e incluso campos de refugiados, incluyendo 7 escuelas de la UNRWA y el complejo de Al Shifa, el mayor hospital de Gaza3. El conflicto ha desplazado a cerca de medio millón de palestinos, equivalente a un cuarto de la población de Gaza, y a día de hoy cerca de 1.5 millones de personas se encuentran en extrema necesidad de electricidad, alimentos, medicinas y agua potable.
La situación sobre el terreno se ha convertido en una tragedia humanitaria –y no por primera vez. Las fuerzas de Israel llevaron a cabo operaciones militares similares en 2008 y 2012.
El mes pasado una resolución del Consejo de Derechos Humanos de NNUU4 decidió iniciar una investigación independiente sobre supuestas violaciones del derecho internacional humanitario y los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO), incluyendo Jerusalén Este. La resolución hace también un llamamiento a ambas partes a acordar un alto el fuego inmediato, a que Israel levante el bloqueo sobre Gaza y a que la comunidad internacional proporcione urgentemente la necesaria asistencia humanitaria y los servicios para el pueblo Palestino de la Franja de Gaza.
Denunciamos los últimos ataques de Israel sobre Gaza, que suponen flagrantes actos de violencia contra los civiles palestinos, que son las principales víctimas de los indiscriminados asaltos militares de Israel.
Igualmente, creemos que es necesario entender el actual conflicto bajo su adecuado contexto histórico y político, pues esta no es una guerra entre iguales.
Creemos que únicamente el cese inmediato de los ataques de Israel, la retirada de sus tropas de los TPO y el retorno a negociaciones significativas para una paz duradera entre Israel y Palestina pueden abordar las causas profundas de un conflicto que se arrastra desde hace más de 60 años.
Es también crucial que los observadores de derechos humanos dispongan de un acceso seguro a la Franja de Gaza como paso para asegurar la rendición de cuentas y el proceso por la violación del derecho internacional humanitario y los derechos humanos.
Enfatizamos la necesidad de poner fin al bloqueo de Gaza que, desde el principio, ha impedido el acceso de asistencia básica para los civiles durante el conflicto, ha asfixiado el desarrollo económico en los TPO y ha marginado sistemáticamente a todo un pueblo –factores que han llevado a la reciente escalada de tensiones. Este conflicto tiene sus raíces en la inexcusable desposesión de las tierras y recursos del pueblo Palestino, que ha sufrido por décadas la ocupación israelí y la denegación de su derecho a la autodeterminación.
Si se pretende que cualquier acuerdo de paz tenga éxito, la ocupación debe terminar, como debe terminar la cultura de impunidad que ha estimulado un ciclo de violencia, el odio mutuo y la discriminación en ambas partes de la frontera Israel ‐ Palestina.
Como actor independiente del desarrollo que trabaja por un mundo en el que se logre el respeto por los derechos humanos, la sociedad civil puede tener un impacto decisivo en la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz viable en Palestina, el cual debe incluir medidas para asegurar la rendición de cuentas por todos los posibles crímenes de guerra que se hayan cometido en el contexto de este conflicto y por las flagrantes violaciones del derecho internacional humanitario.
La crisis en Palestina llama a todos los actores a abordar los motivos reales de conflicto y sus impactos en el desarrollo, y a promover un entorno a través del cual la paz y la seguridad estén aseguradas, y el conflicto violento sea evitado.
Mientras tanto, deben asegurarse medios adecuados de reparación y rehabilitación para todas las víctimas de este conflicto. Tal y como se ha visto en anteriores estallidos de violencia en 2009 y 2012, son los civiles - niños y mujeres sobre todo ‐ quienes sufren la peor parte en estas hostilidades. Urgimos a todos los actores del desarrollo a actuar para asegurar que la justicia y la asistencia al desarrollo a largo plazo llegan a todas las víctimas.
Tanto israelíes como palestinos merecen una vida libre de guerra y conflicto. Urgimos a la comunidad internacional a que ponga fin al derramamiento de sangre y allane el camino para un acuerdo de paz auténtico, justo y duradero que sea consistente con los principios de justicia social, los derechos humanos, el derecho internacional – y sobre todo, el derecho de autodeterminación del pueblo Palestino.
1
En Junio del año pasado una coalición de OSC palestinas (PNGO) en Gaza a cogió el encuentro regional preparatorio sobre Eficacia de las OSC; 17 representantes de OSC de la región participaron para expresar su solidaridad con sus colegas asediados en Gaza y para subrayar los impactos negativos que los conflictos, la ocupación extranjera y la negación del derecho de autodeterminación tienen en el desarrollo.
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UNOCHA OPT
3
United Nations Relief and Works Agency http://www.theguardian.com/world/2014/aug/03/israel-air‐strike-un-school-gaza-‐rafah
4
Consultar http://www.un.org/apps/news/story.asp?NewsID=48330#.U9ZVeFa8CTU
País:
DescargarComo comunidad de Organizaciones de la Sociedad Civil de todo el mundo, la Alianza de OSC para la Eficacia del Desarrollo (AOED) trabaja por la defensa de los derechos humanos y la protección de la vida tal y como lo consagra el derecho internacional. Es inherente al mandato de la AOED el compromiso con la paz lograda a través de la justicia social, tal y como establecen los Principios de Estambul; esencial en nuestra búsqueda de la eficacia del desarrollo es por tanto un entorno propicio que prime el respeto de los derechos humanos1. Esto es especialmente cierto en el contexto de la agenda post-2015, la cual promueve la paz y la seguridad y la resolución de conflictos como precondiciones para el desarrollo.
Lo que está ocurriendo en Gaza está en contra de los principios que la AOED representa. Desde que comenzaron los ataques de Israel sobre Gaza a principios de Junio bajo la operación militar “Margen Protector, los intensos bombardeos aéreos y las continuas incursiones terrestres por parte de las fuerzas militares de Israel han dejado cerca de dos mil palestinos muertos y miles de heridos. Muchos de ellos han sido mujeres y niños2. Las infraestructuras públicas y servicios sociales básicos han sido diezmados por los bombardeos indiscriminados afectando a escuelas, mezquitas, instalaciones médicas e incluso campos de refugiados, incluyendo 7 escuelas de la UNRWA y el complejo de Al Shifa, el mayor hospital de Gaza3. El conflicto ha desplazado a cerca de medio millón de palestinos, equivalente a un cuarto de la población de Gaza, y a día de hoy cerca de 1.5 millones de personas se encuentran en extrema necesidad de electricidad, alimentos, medicinas y agua potable.
La situación sobre el terreno se ha convertido en una tragedia humanitaria –y no por primera vez. Las fuerzas de Israel llevaron a cabo operaciones militares similares en 2008 y 2012.
El mes pasado una resolución del Consejo de Derechos Humanos de NNUU4 decidió iniciar una investigación independiente sobre supuestas violaciones del derecho internacional humanitario y los derechos humanos en los Territorios Palestinos Ocupados (TPO), incluyendo Jerusalén Este. La resolución hace también un llamamiento a ambas partes a acordar un alto el fuego inmediato, a que Israel levante el bloqueo sobre Gaza y a que la comunidad internacional proporcione urgentemente la necesaria asistencia humanitaria y los servicios para el pueblo Palestino de la Franja de Gaza.
Denunciamos los últimos ataques de Israel sobre Gaza, que suponen flagrantes actos de violencia contra los civiles palestinos, que son las principales víctimas de los indiscriminados asaltos militares de Israel.
Igualmente, creemos que es necesario entender el actual conflicto bajo su adecuado contexto histórico y político, pues esta no es una guerra entre iguales.
Creemos que únicamente el cese inmediato de los ataques de Israel, la retirada de sus tropas de los TPO y el retorno a negociaciones significativas para una paz duradera entre Israel y Palestina pueden abordar las causas profundas de un conflicto que se arrastra desde hace más de 60 años.
Es también crucial que los observadores de derechos humanos dispongan de un acceso seguro a la Franja de Gaza como paso para asegurar la rendición de cuentas y el proceso por la violación del derecho internacional humanitario y los derechos humanos.
Enfatizamos la necesidad de poner fin al bloqueo de Gaza que, desde el principio, ha impedido el acceso de asistencia básica para los civiles durante el conflicto, ha asfixiado el desarrollo económico en los TPO y ha marginado sistemáticamente a todo un pueblo –factores que han llevado a la reciente escalada de tensiones. Este conflicto tiene sus raíces en la inexcusable desposesión de las tierras y recursos del pueblo Palestino, que ha sufrido por décadas la ocupación israelí y la denegación de su derecho a la autodeterminación.
Si se pretende que cualquier acuerdo de paz tenga éxito, la ocupación debe terminar, como debe terminar la cultura de impunidad que ha estimulado un ciclo de violencia, el odio mutuo y la discriminación en ambas partes de la frontera Israel ‐ Palestina.
Como actor independiente del desarrollo que trabaja por un mundo en el que se logre el respeto por los derechos humanos, la sociedad civil puede tener un impacto decisivo en la posibilidad de alcanzar un acuerdo de paz viable en Palestina, el cual debe incluir medidas para asegurar la rendición de cuentas por todos los posibles crímenes de guerra que se hayan cometido en el contexto de este conflicto y por las flagrantes violaciones del derecho internacional humanitario.
La crisis en Palestina llama a todos los actores a abordar los motivos reales de conflicto y sus impactos en el desarrollo, y a promover un entorno a través del cual la paz y la seguridad estén aseguradas, y el conflicto violento sea evitado.
Mientras tanto, deben asegurarse medios adecuados de reparación y rehabilitación para todas las víctimas de este conflicto. Tal y como se ha visto en anteriores estallidos de violencia en 2009 y 2012, son los civiles - niños y mujeres sobre todo ‐ quienes sufren la peor parte en estas hostilidades. Urgimos a todos los actores del desarrollo a actuar para asegurar que la justicia y la asistencia al desarrollo a largo plazo llegan a todas las víctimas.
Tanto israelíes como palestinos merecen una vida libre de guerra y conflicto. Urgimos a la comunidad internacional a que ponga fin al derramamiento de sangre y allane el camino para un acuerdo de paz auténtico, justo y duradero que sea consistente con los principios de justicia social, los derechos humanos, el derecho internacional – y sobre todo, el derecho de autodeterminación del pueblo Palestino.
1
En Junio del año pasado una coalición de OSC palestinas (PNGO) en Gaza a cogió el encuentro regional preparatorio sobre Eficacia de las OSC; 17 representantes de OSC de la región participaron para expresar su solidaridad con sus colegas asediados en Gaza y para subrayar los impactos negativos que los conflictos, la ocupación extranjera y la negación del derecho de autodeterminación tienen en el desarrollo.
2
UNOCHA OPT
3
United Nations Relief and Works Agency http://www.theguardian.com/world/2014/aug/03/israel-air‐strike-un-school-gaza-‐rafah
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