UNFPA
Durante las últimas tres décadas, se han logrado avances significativos en la promoción de la salud y los derechos reproductivos a nivel global, incluyendo la disminución de embarazos no deseados y un mayor acceso a métodos anticonceptivos. Sin embargo, persisten desafíos importantes, como la violencia de género, la mortalidad materna estancada y la falta de autonomía de las mujeres sobre su propio cuerpo. Las disparidades de género y socioeconómicas continúan siendo un obstáculo para muchas mujeres en el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva, especialmente para aquellas pertenecientes a grupos marginados, como las mujeres afrodescendientes, indígenas y con discapacidad.
Para avanzar hacia la igualdad de género en el ámbito de la salud sexual y reproductiva, es necesario abordar las desigualdades sistémicas en los sistemas de salud y políticas públicas, priorizando a los grupos más vulnerables. La atención de la salud debe ser integral, inclusiva y basada en los derechos humanos, reconociendo las necesidades específicas de cada individuo. Además, se requiere una mayor recopilación de datos desagregados para comprender mejor las brechas existentes y garantizar que ninguna persona quede excluida de los servicios y programas de salud.