Detrás de las presiones y
hostigamientos contra mujeres autoridades electas para que dejen el cargo de
concejalas titulares por “gestión compartida” están los intereses, no solo de
los suplentes, sino del mismo partido, advirtió la Asociación de Concejalas y
Alcaldesas de Bolivia (ACOBOL). Un estudio de la Defensoría del Pueblo apuntó
que las concejalas que afirmaron tener un compromiso de gestión compartida, el
83% dijo que el suplente era hombre.
“Debemos reconocerlo, detrás de esto
están, las organizaciones sociales, grupos y políticos, los mismos suplentes,
es más, podríamos decir que hay algunos funcionarios que, de alguna manera,
intervienen dentro (de la gestión compartida)”, afirmó Josefina Velásquez,
presidenta de ACOBOL.
Si bien los datos del Órgano
Electoral Plurinacional (OEP) señalan que la principal razón de renuncia de las
mujeres autoridades electas no es el acoso y violencia política, sino las
razones “personales/familiares”; sin embargo, el trasfondo de dichos casos
sería la presión que ejercen los suplentes para que las mujeres autoridades
electas titulares renuncien, según el informe defensorial Obligadas a
Renunciar (2023).
Siguiendo el estudio de la Defensoría
del Pueblo, de las 268 concejalas encuestadas, el 27% (72) afirmó tener un
compromiso de “gestión compartida” con su suplente, el 83% (60) indicó que era
hombre, 14% (10) que eran mujeres y el 3% (ocho) no dio información.
Las 72 concejalas, el 51% (37)
afirmaron que los compromisos de gestión compartida fueron de forma verbal, el
46% (33) seria de forma escrita, el 3% (dos) no dio detalles.
La “gestión compartida” no es
reconocida dentro de las normativas boliviana, pero, bajo ciertos compromisos
forzosos, se le obliga a la persona titular a renunciar a favor del suplente
para que continue con la gestión como titular, que, generalmente, recae en un
varón.
Esta acción limita el ejercicio de
los derechos políticos de mujeres autoridades y que incide negativamente en el
sistema político de una democracia paritaria que permite participación de
hombres y mujeres en igualdad de condiciones.
Para Velásquez, la “gestión
compartida” está siendo confundida con el tema de la alternancia, que garantiza
la participación de la mujer en cargos de elección y no se debe perder este
derecho constitucional.